En el panorama de la divulgación científica, y en concreto, del psicoanálisis cabe señalar la figura de Juan Pundik miembro de la ELP-AMP. Además, de psicoanalista es fundador y presidente de la Asociación Filium (1977), cuyo máximo objetivo es la prevención del maltrato al niño. Pundik explica el psicoanálisis a través de una anécdota personal y lo describe literalmente como: “Los jeroglíficos situados en la espalda que te crean problemas. Los psicoanalistas son quienes los desentrañan para resolverlos.” A través de esta explicación cercana al lenguaje coloquial sobre la teoría psicológica, se puede entender la práctica terapéutica.
Por otro lado, el psicoanalista reconoce que la experiencia terapéutica freudiana se considera a día de hoy en España como una disciplina “caduda” y cuestionada desde diversos ámbitos. A pesar de que la teoría de Sigmund Freud y Lacan ha desaparecido de los planes de estudio de las universidades del país, según El Mundo, más del 9% de los psicólogos siguen las enseñanzas del padre del psicoanálisis. Aunque la terapia haya entrado en declive en un gran número de naciones, Francia y Argentina, mantienen un nivel alto de ejercicio de este tratamiento.
El proceso de curación del paciente consiste en que hable sobre sus experiencias a medida que surgen de su mente para que el analista a través de los conocimientos especializados que posee, sea capaz de llevar a cabo una búsqueda en los procesos relativos al inconsciente del sujeto.
Por otro lado, una cuestión que considera relevante tanto Juan Pundik como demás compañeros de la profesión es la batalla entre los fármacos y las terapias psicoanalíticas. El uso abusivo de las pastillas se convierte en una constante entre los pacientes que sufren diferentes transtornos. Así pues, trastornos leves y moderados se apaciguan a través de píldoras que combaten el estrés o la ansiedad sin que por ello se traten de patologías de riesgo. De esta manera, se ha producido no solo la banalidad de los problemas psicológicos en la sociedad contemporánea, sino que además, también se hace del uso de los fármacos. Asimismo, este consumo abusivo de medicamentos va de la mano de la automedicación cada vez más difícil de regular.
Relacionado con lo anterior cabe señalar uno de los mayores aportes de Pundik dentro del psicoanálisis como lo es la conciencia sobre la medicalización de la infancia. Es por ello, que en 2006 el psicoterapeuta se convierte en presidente de la plataforma internacional de este sector. Así pues, esta propuesta nace tras la aprobación de la EMEA, Agencia Europea del Medicamento, en el empleo de la sustancia fluoxetina en niños. Este componente no solo eleva los niveles de serotonina sino que además puede provocar el deterioro de la salud del paciente.
La búsqueda de la inmediatez en la cura de los trastornos es la principal causa del consumo de estos medicamentos. Además, la edad de los pacientes que acuden a la consulta en busca de este tipo de soluciones es cada vez menor. Esto se debe a que la industria farmacéutica asocia síntomas individuales con nuevos trastornos psicológicos que convencen que se tienen que medicar. La antropóloga de la Universidad de Granada Nuria Romo denomina a estos fármacos “medicinas de los estilos de vida”.
Pundik, por su parte, ha desempeñado la labor de prevención de dichas sustancias en niños ya que en muchos casos, dejar abruptamente los psicofármacos produce el síndrome de abstinencia. Este se convierte, por tanto, en uno de los principales problemas que Pundik junto a otros profesionales del sector pretenden prevenir a través de la Asociación Filium.
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